Si ya estás en proceso de ampliar tu familia, este post te interesa ;).

Poner tu casa a punto para la llegada del recién nacido es algo que preocupa a muchos padres, por eso, hemos visto necesario la creación de este post. Desde hacer una limpieza profunda, proteger los objetos que puedan resultar dañinos o peligrosos, hasta planificar la distribución de baños y habitaciones.

Pon tu casa a prueba de bebés con estos simples “tips”:

Plantéate un redecoración de tu casa 

Opta por muebles y tapizados prácticos y oscuros. Las tapicerías claras y los tejidos delicados no son aptos para bebés. Derrames de leche, alimentos, u otros fluidos forman parte del día a día de estas familias, de modo que vale la pena elegir muebles y tapizados de materiales prácticos y resistentes a líquidos.

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Distribuye bien tus cosas para ganar espacio

La llegada del  bebé supondrá la llegada de objetos, como ropa y accesorios para el cuidado y el juego. Si los armarios ya están funcionando a pleno rendimiento, es esencial buscar otros lugares de almacenaje. Puedes probar a aprovechar al máximo aquellos espacios “muertos” por ejemplo, integrar cajones en espacios disponibles, aprovechar el hueco de la escalera o si vives en una casa con techos altos, considerar construir un altillo.

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¡Cuidado con los productos químicos!

Ten muy en cuenta que los bebés a media que van creciendo también crece su curiosidad por las cosas que componen la casa.

Por eso recomendamos, que cualquier producto químico, ya sea de limpieza, pintura, maquillaje, colonias etc., lo mantengas en sitios fuera de su alcance, y en el caso de que esto te resultara imposible, puedes optar por instalar bloqueadores infantiles.

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Adecuar el ropero

Esta vez no se trata de buscar armario para la ropa del bebé sino de adecuar el de los padres. Durante meses, las exigencias de etiqueta cambian, y conviene preparar nuestro vestuario para ello. La carga del posparto exige ropa confortable que lo mismo sirva para salir de paseo que para echar una cabezada a media mañana. Todavía más en el caso de la mujer que acaba de dar a luz. Los expertos en maternidad advierten que el posparto es delicado: el cuerpo está volviendo a su sitio, se sangra y te pasas el día amamantando. Es importantísimo sentirse cómoda, y se necesita mucha ropa porque a menudo es imprescindible cambiarse varias veces al día.

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Protege ventanas, balcones y escaleras

Este punto es uno de los más importantes a tener en cuenta. Si estáis esperando un bebé o ya tienes algún infante en casa, será de vital importancia incluir bloqueos de seguridad infantil o redes en ventanas y balcones. Si tu vivienda dispone de escaleras, deberás sería conveniente la instalación de barreras de seguridad. Los expertos advierten de que cualquier hueco superior a 10 centímetros debe ser cubierto con redes de seguridad infantil para evitar caídas o atrapamientos del bebé.

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Instala retenes en las puertas

Otro elemento que debemos revisar cuando hay un pequeño en casas son las puertas. Son elementos que se mueven con facilidad, tanto por agentes externos, como por corrientes de aire, como por el propio niño, que puede utilizarlas para jugar. Debemos incorporar retenes que las inmovilicen (ya que puede evitar que el niño se pille los dedos con ellas) pero hay que intentar que no sean llamativos, porque se convertirían en un juguete más.

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Objetos pequeños fuera de la vista

Preparar la casa para la llegada de un bebé también implica pensar en el largo plazo. Por ejemplo, cuando comienza el gateo, cualquier elemento que esté al alcance del niño podrá llegar a ser peligroso: podría ir directo a la boca y, si su tamaño es pequeño, constituir un potencial riesgo de asfixia. Los expertos recomiendan gatear por la casa con una caja de cartón en la mano, a la que le habremos hecho previamente un agujero de 3 centímetros de diámetro. Todos los objetos que encontremos al alcance del pequeño y puedan introducirse por ese agujero son un riesgo de asfixia y deben desaparecer de su vista. También hay que estar alerta con esa tendencia de decorar la habitación del pequeño con guirnaldas o globos que pueden llegar a obstruir sus vías respiratorias. Ocurre lo mismo con las cuerdas de cortina, los cables o las persianas: cualquier cordón largo deberá estar enrollado en la parte superior, evitando la manipulación infantil.

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Llena la nevera y el congelador de provisiones

Cuando el bebé llega a casa, el tiempo libre se esfuma literalmente. Puedes aprovechar el síndrome del nido para cocinar y congelarlo todo. Tener comida hecha las primeras semanas facilita muchísimo la logística y la carga mental.

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