Cómo invertir el premio de la Lotería en un hogar más eficiente y confortable
Numerosos estudios revelan que, de media, seis de cada 10 españoles quieren reformar su vivienda, sobre todo a raíz de la pandemia, que trajo consigo nuevas necesidades habitacionales, influenciadas también por el teletrabajo y el aumento del tiempo que pasamos en casa. De hecho, en España cada vez es mayor el interés por las reformas y el interiorismo, sobre todo tras la adquisición de viviendas de segunda mano; acondicionarlas antes de entrar a vivir y convertirlo en el hogar deseado suele ser un imprescindible para los nuevos inquilinos.
Es probable que mientras que los afortunados ganadores del ‘Gordo’ y el segundo premio destinen ese dinero a una posible venta de su actual vivienda y compra de una nueva, los agraciados que han ganado del tercer al quinto premio consideran hacer una inversión en rehabilitar o actualizar su casa. ¿En qué mejoras se debería invertir para que nuestro hogar fuera más eficiente y confortable? ¿Es una buena idea invertir el premio de la lotería en nuestra vivienda?
¿Por qué invertir el premio de la Lotería en nuestro hogar?
Dado el interés por la rehabilitación en España, según los expertos de UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), afirman que “una inversión óptima del dinero de la Lotería para aquellos que quieran destinarlo a mejorar la eficiencia energética, sostenibilidad y confort del hogar, a medio-largo plazo se traducirá también en un importante ahorro en las facturas domésticas” Según esta entidad especialista en financiación sostenible de la vivienda, para considerar que un hogar es eficiente energéticamente deberá haber mejorado su eficiencia al menos un 30%. Para lograrlo, las reformas más importantes pasan, principalmente, por tener un buen aislamiento en suelos, paredes y ventanas, un sistema de calefacción eficiente y una apuesta por energías renovables para el consumo energético del hogar, además de la incorporación de domótica. Teniendo en cuenta estos factores, la necesidad de mejoras pueden ser de mayor o menor medida.
Mejoras recomendadas para un hogar eficiente y confortable
Distingamos, en primer lugar entre reformas integrales y reformas menores. La primera de ellas es la que corresponde a rehabilitaciones de gran calado y dependerán notablemente del estado de la vivienda y, por tanto, de su antigüedad, que influirá también en el coste. Las reformas menores son, por otro lado, las obras aconsejadas para mejorar la vivienda, que suelen ser de menor envergadura y, por tanto, suponen un menor coste económico. Pueden ser insuficientes a la hora de lograr una mejora 100% real de la eficiencia, aunque sí se logrará un mayor confort y una reducción de las emisiones y el gasto doméstico.
Reformas integrales
En viviendas construidas antes de los 80, seguramente la estructura esté bastante afectada y será idónea una reforma integral. Al ser viviendas construidas con materiales de poca calidad, necesitarán acometer importantes obras para un buen aislamiento de ventanas, paredes, fachadas y cubiertas, con la que podría contribuir a un ahorro del 30% en las facturas. A esto habría que sumar también reformas de fontanería y electricidad. Aunque por la antigüedad de estos inmuebles, la reforma integral podría ser necesaria en el conjunto del edificio.
Se calcula que en España existen más de 10 millones de viviendas (el 42% del parque inmobiliario) con esta antigüedad, según el Ministerio de Fomento, y principalmente están ubicadas en la Comunidad de Madrid, País Vasco, Cataluña y Comunidad Valenciana.
Por otro lado, aquellos que viven en viviendas de no más de 40 años, podrían hacer mejoras en su hogar. Suelen tener una buena calidad estructural, pero no están pensadas para ser eficientes, por lo que necesitarían reformar desde ventanas a suelos o sistemas de calefacción, cuyo coste total oscilaría entre los 20.000 y los 30.000 euros para viviendas de 90-120 m2.
Reformas menores CLAVES en las que invertir el premio de la Lotería
En este tipo de reformas, de Mr. House Real Estate apuntamos que es importante tener en cuenta que los costes dependerán de cada tipo de vivienda, según sea su extensión, antigüedad, ubicación, cuidado o estructura, entre otros factores, por lo que, antes de tomar cualquier decisión, lo más indicado es seguir las indicaciones de un profesional experto en el ámbito inmobiliario y en financiación.
Como punto de partida, las mejoras claves son:
- Cambiar el parquet por suelo radiante
Es decir, un suelo con calefacción que puede rondar los 12.000-16.000 euros. Sin embargo, la sustitución de sistemas tradicionales por calefacción basada en energías renovables, como la aerotermia o la geotermia, supone un desembolso de entre 10.000 y 25.000 euros, pero permite un ahorro de entre un 35% y un 70% en las facturas energéticas al año.
- Apostar por placas solares.
La decisión de optar por el autoconsumo energético está cada vez más extendida en nuestro país. Dicha instalación puede suponer unos 5.000 euros, pero es una inversión que se amortizaría en unos cinco años, ya que de media se ahorrarían más de 1.000 euros al año en el consumo energético del hogar.
- Instalaciones domóticas
Apostar por instalaciones domóticas puede ayudar a un ahorro energético de casi un 30%, gracias a la regulación automática de la temperatura, así como del cierre de persianas, toldos y ventanas, con una inversión que no superaría los 2.500 euros.
Igualmente, a aquellos que les toque la salud y no el premio, podrán optar por soluciones de financiación, sobre todo con la llegada de los fondos europeos, que se destinarán en parte a la rehabilitación del parque inmobiliario.