Cualquier experto en finanzas te recomendaría ahorrar primero y comprar después. Es una opción un tanto complicada de considerar puesto que necesitarías ahorrar una cantidad muy elevada de dinero. También es importante tener en cuenta si el precio del inmueble se encuentra dentro de nuestras posibilidades de compra, y no precipitarnos si encontremos una oferta irresistible. Debemos analizar bien nuestra situación personal y, una vez decidido que vamos a adquirir una vivienda, debemos estudiar si nos interesa más comprar al contado o financiado. Lo primero que tienes que recordar es que no es tan fácil conseguir un crédito. Debemos cumplir unos requisitos: no figurar en ninguna lista de morosos, una nómina que garantice nuestro pago mensual, que el préstamo no supere el 40 % de nuestros ingresos; no tener otros créditos pendientes; contar con un aval… Para empezar, debemos buscar la opción más rentable. Si disponemos de efectivo, “comprar a crédito o al contado dependerá de la rentabilidad que te ofrezca el dinero que tengas en el banco. Si el beneficio del depósito es mayor que el tipo de interés del crédito, te interesa aplazar el pago”, explica Isabel Lima, asesora económica del Grupo Santander, que asegura que lo habitual es que se opte por la financiación “cuando no hay dinero para desembolsar y es algo urgente. Pero si lo tienes, es mejor pagar al contado”. Pedir un pequeño crédito al banco supondrá tener que enfrentarte a un pago mensual durante unos cuantos años. A continuación analizaremos una serie de ventajas e inconvenientes de ambas opciones. Pagando al contado, popularmente conocido como “tocateja” no adquieres una deuda y puedes olvidarte de los intereses que acarrean la compra. Adquirir un inmueble sin financiación ajena puede suponer un ahorro de hasta un 50% con respecto a la compra a través de una hipoteca.Es más fácil conseguir descuentos de esta manera, porque las empresas tienen la garantía de que no habrá impagos. Por último, no incrementas tu nivel de endeudamiento. Al contrario, pierdes liquidez… aunque si te surge un imprevisto, siempre estarás a tiempo de pedir un crédito.Como inconveniente mencionar que, los créditos hipotecarios permiten una deducción de los impuestos y desgravaciones fiscales que no disfrutas pagando al contado.
Pagando a crédito,  gracias a las hipotecas bancarias puedes incrementar tus opciones a la horade elegir vivienda. Además del plus, de que no necesitas disponer de todo el dinero de golpe. Eso sí, debemos tener en cuenta que los créditos no deben exceder del 80 % del precio total, ya debido a que los intereses pueden ser muy elevados. Entre las desventajas que encontramos destacan los intereses y las comisiones (de apertura, cancelación, amortización, etc.) que van aumentando el costo final de los bienes y la cuantía del crédito. Además del compromiso de pago que adquirimos durante un gran periodo de tiempo, hay que tener muy claro el nivel de endeudamiento que podemos /queremos tener. Si se han puesto bienes como garantía, se corre además el riesgo de perderlos. En caso de impago, tendrás malas referencias que dañarán tu historial ante futuros créditos. Nuestra recomendación sin duda sería el pago a plazos. Otra opción muy interesante que conlleva un interés de tipo 0 y suele durar entre 3 y 6 meses. Otra opción interesante es la cuenta nómina, que suele venir asociada a un crédito o un anticipo de una cantidad, generalmente no más de 8.000 euros, sin intereses ni comisiones.