En los últimos meses se ha incrementado drásticamente la facturación del consumo de luz debido al aumento de las tarifas. Por esta razón se hace indispensable tener en consideración todas las recomendaciones necesarias que puedan representar un ahorro en el consumo y de esta manera no afectar el presupuesto mensual de cada hogar.

La electricidad es una necesidad primordial dentro de cada hogar, pero sus tarifas han sufrido una notable alza que afecta significativamente nuestros bolsillos. Además, en el hogar también contamos con el servicio del agua, la cual también debe entrar dentro de la planificación de ahorro.

 

Para rebajar el precio de las facturas de casa y alcanzar un importante ahorro, será necesario conocer los detalles de las tarifas, los tramos de horarios y las acciones a implementar para disminuir la facturación.

¿Qué podemos hacer para rebajar el precio de las facturas del hogar?

Llevar un estilo de vida sostenible será de gran ayuda para todos, favoreciendo la disminución en la facturación y siendo respetuosos con el medio ambiente. Dicho esto, sigamos esta serie de recomendaciones para ahorrar en el consumo de luz y agua del hogar:

1. Uso racional del agua

    Es importante usar conscientemente el preciado líquido, procurando no derrocharlo al momento de ducharnos, lavarnos las manos, fregar la vajilla, etc. Cerrando el grifo mientras no sea necesario.

     Instalar grifería ecológica en los baños y cocina, ya que posee un sistema para reducir el caudal y así se controla el flujo de
salida del líquido. 

      Instalar cisternas de doble pulsación a los inodoros permitirá regular el volumen de agua empleado en el tanque.

   Instalar un contador de consumo en conjunto con reductores de presión será de gran utilidad para controlar el gasto de agua de la vivienda. 

 

2.  Consumo energético eficiente

Planificación

Será relevante y productivo si se efectúa una planificación en cuanto a las actividades que requieren mayor consumo energético, para ajustarlas en la medida de lo posible a los horarios en que las tarifas resultan más baratas.

Por ejemplo, será el caso del uso de la lavadora, acumulando la ropa para que sea lavada en las noches o durante los fines de semana o feriados, y preferiblemente lavar con agua fría, aprovechando la capacidad máxima de la lavadora.

Dicha planificación también se refiere a la organización y clasificación de los gastos de la vivienda, teniendo en cuenta períodos mensuales y anuales, donde se incluyan gastos fijos e ingresos, para poder revisarlos oportunamente y determinar posibles variaciones o cambios que indiquen mayor gasto, esto facilitará implementar cambios en los hábitos de consumo, tomando acciones de forma oportuna.

Electrodomésticos de eficiencia energética

●     Procurar que todos los electrodomésticos del hogar sean de consumo eficiente para disminuir el gasto eléctrico generado por ellos.

●      Si se tiene coche eléctrico lo ideal será cargarlo durante la noche.

●     Estar atento en desenchufar los aparatos eléctricos cuando no se estén usando para no verse afectado por el modo stand by que sigue consumiendo energía aunque estén apagados.

Sistemas de climatización

En cuanto a los sistemas de climatización, será muy importante que sean de eficiencia energética y que el uso que le demos sea el más inteligente, ya que generan el mayor gasto eléctrico en el hogar.

Resultará de gran ayuda mantener una temperatura entre 18º y 23º en el hogar, lo cual puede aportar un ahorro de hasta 10% en el consumo.

El uso de temporizadores digitales programables, facilitará la eficiencia del sistema ya que permitirá la configuración para controlar la temperatura o apagar los equipos cuando sea necesario.

Además, será necesario realizar los mantenimientos y revisiones eventuales a los equipos para evitar fugas que incrementen el gasto.

También será de gran ayuda la instalación de repartidores de costes de calefacción, los cuales están dedicados a las comunidades de vecinos, permitiendo identificar el consumo individual de cada propietario.

Resulta indispensable mantener en óptimas condiciones el aislamiento de la vivienda en puertas, techo y ventana de manera de evitar mayor consumo por escapes de la temperatura.

Iluminación

        Lo primero será cambiar las bombillas incandescentes por las LED de bajo consumo, que además ofrecen mayor vida útil.

        Aprovechar al máximo la luz del día.

        Formar el hábito de apagar las luces cuando no las necesitemos.

        Sistemas de domótica con sensores de movimiento que activarán las luces cuando sea necesario y desactiven cuando no se detecte presencia en la estancia.

Paneles solares

De ser posible resultará muy provechoso la instalación de placas fotovoltaicas en la vivienda, de manera de producir su propia energía proveniente de la radiación solar. Se generará energía limpia 100% natural y libre de gases contaminantes.

Obviamente se requiere de una inversión pero que a la larga dará grandes beneficios en ahorro en facturación y en disminuir la contaminación al ambiente.

Revisar las opciones de contratación en el mercado

Por último, se puede evaluar las diferentes alternativas de compañías de energía que ofrecen distintas condiciones y tarifas, de manera de seleccionar la que mejor se adapte a las necesidades de la vivienda.

Además, hay compañías que comercializan energía 100% renovable, como Blubat, que se encarga de proveer esta energía a un precio 15% menor que grandes compañías eléctricas, y para los casos en que el cliente tenga sus propios paneles solares, también pueden contratar su servicio para el porcentaje de energía que requieran de la red.

Siguiendo estas prácticas recomendaciones y haciendo unos pequeños ajustes en nuestras rutinas, será más sencillo adaptarnos a los cambios y alcanzar el ahorro tan necesario en la facturación mensual de nuestras viviendas.

 

Además, llevaremos un estilo de vida más sostenible de manera que no solo se beneficiará nuestro bolsillo sino el medio ambiente.

Incluyendo como parte importante en las rutinas de ahorro, el cuidado y mantenimiento adecuado a los equipos y sistemas que conforman la vivienda, de manera de conservarlos en perfectas condiciones y así contribuir al ahorro en la facturación, evitando gastos por fugas o mal funcionamiento, que adicionalmente requerirán reparaciones o costosas sustituciones.