La tan ansiada vuelta al cole significa recuperar las rutinas y muchos deberes para los más pequeños. Es por ello que los más pequeños de la casa necesitan disponer de una zona de estudio organizado y libre de distracciones para conseguir sacar adelante el curso escolar, y para mantener el orden en casa.

Uno de los espacios en casa más importante cuando se tienen niños es que su cuarto disponga de una zona de estudio. Ya sea en su propio dormitorio o en una estancia específica para ellos, el trabajo de los ‘peques’ continua en casa después de las horas escolares y todo niño debe disponer de un lugar propio para poder hacer sus deberes y estudiar cómodamente y con total concentración. Con el reciente inicio de curso aún estamos a tiempo de crear ese rincón o zona de estudio ideal para ellos y ayudar en su productividad.

Así que queremos hablarte de los elementos imprescindibles para un zona de estudio para niños que debemos incluir siempre en este espacio, para que los peques tengan todo lo necesario para estudiar en casa y aprendan desde sus primeros años a ser responsables con sus obligaciones escolares.

Imprescindibles para crear una zona de estudio para niños en casa

Zona es estudio: ¿dentro o fuera del dormitorio? 

Los expertos recomiendan que el espacio de estudio de un niño esté fuera de su dormitorio para que esté lo más alejado posible de sus juguetes y otras distracciones cotidianas. Sabemos que en muchos hogares no es posible disponer de una habitación exclusiva para usar como cuarto de estudio infantil -al igual que ocurre con las zonas para el teletrabajo de los adultos-, pero siempre se puede conseguir un espacio destinado al estudio en el mismo dormitorio del niño. La clave estará en mantener alejada cualquier distracción que pueda disipar la concentración del niño mientras hace sus tareas.

Para ello, puedes escoger un rincón tranquilo de la habitación o el salón, cocina o el propio despacho y habilitarlo para este propósito. Que tu hijo descubra que pueden tener un compañero de deberes adulto puede ayudarle a mantener la motivado con su trabajo.

Si, además, tienes más de un niño, asegúrate de que cada uno tiene espacio suficiente para trabajar cómodamente. Algunos niños trabajan mejor en grupo, mientras que otros se sienten demasiado tentados a charlar. Todo depende de tu hijo y de lo que mejor funcione para él, y para ti.

Recuerda que si optas por espacio polivalentes para este propósito, deberás prestar especial atención al orden y poder guardar el material escolar en un cajón que pueda colocarse en la despensa o en un armario cercano. Lo más adecuado es que los juguetes y cualquier elemento disuasorio estén recogidos en la habitación, sin estar visibles para que el niño no se distraiga durante sus horas de estudio.

Busca muebles adecuados para niños

Lo primordial a la hora de crear una zona de estudio para los niños es seleccionar unos muebles adecuados para ellos. En principio bastará con que tengan una mesa y una silla para poder hacer sus deberes y prepararse las lecciones y exámenes en casa, pero estos muebles tienen que ser aptos para su edad, prestando especial atención a la ergonomía. Tanto si son más pequeños y sólo necesitan una mesa amplia baja como si ya necesitan un escritorio, es fundamental que puedan sentarse colocando los pies en el suelo y, a medida que crezcan, cambiar a una silla ajustable.

Hay que tener en cuenta que los peques pasarán muchas horas sentados y en esta etapa en la que se encuentran en pleno crecimiento, la comodidad es prioritaria para no interferir de forma negativa en su desarrollo.

Garantiza una iluminación precisa para la zona de estudio

¡Una buena iluminación es esencial para que los niños no sufran daños en la vista mientras hacen sus deberes en casa!

Como si de cualquier estancia se tratara, más concretamente un despacho o zona de teletrabajo, lo mejor es poder disponer de iluminación natural. Por otro lado, si en la zona de estudio para los niños no hay luz durante todo el día, siempre podemos usar una lámpara tipo flexo articulable. En este punto de luz será preferible usar luz fría, ya que es más parecida a la luz natural y daña mucho menos la vista.

Presta atención al orden para tener todo a mano

Un espacio de estudio desordenado es difícil que inspire a la creatividad, ¿verdad? Para evitar que los niños se distraigan mientras hacen sus deberes y estudian en casa, la zona de estudio de tus hijos tiene que disponer de todo lo necesario. Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar, como rezaba la canción. De esta forma, ellos mismo aprenderán a mantener su espacio en orden y así tendrás una preocupación menos para mantener la casa ordenada.

Lapiceros, archivadores, cajones para cada cosa y que todo ello lo tengan a mano en el mismo sitio para que no tengan que estar constantemente levantándose y perdiendo el tiempo. Solo de esta forma, las horas de estudio serán más efectivas para los niños y así dispondrán de más tiempo libre para disfrutar después de sus actividades favoritas.

Elige colores que mejoren la atención y la concentración

Según la teoría del color -o psicología del color– que estudia cómo los colores y las combinaciones de colores influyen en el estado de ánimo y el comportamiento, existen ciertos colores para estimular el cerebro y el cuerpo. Según éstas, el amarillo sol es el color óptimo para una sala de estudio por su efecto estimulante sobre el cerebro. Los tonos suaves y sutiles de este color favorecen la concentración, mientras que el amarillo brillante puede estimular la memoria.

De la misma forma hay que evitar el color rojo al crear un espacio de trabajo. Según un estudio publicado en el Journal of Experimental Psychology, el hecho de que un niño vea el color rojo antes de un examen importante podría tener un efecto negativo en su calificación.

Invita a que ellos escojan la decoración de su zona de estudio

Por muy bonitas que sean las ideas que proponemos, una zona de estudio es un espacio para el trabajo y éste no siempre es divertido. Así que, ¿por qué no involucrar a tu hijo en el diseño de su espacio de estudio? Deja que los niños elijan la decoración o sorpréndelos con algún material escolar chulo. También puedes personalizar el espacio poniendo los nombres o las iniciales de los niños. Al fin y al cabo, es más probable que utilicen el espacio (incluso para resolver ecuaciones matemáticas difíciles) y querrán mantenerlo limpio si han ayudado a crearlo.

De la misma forma, podréis decorarlo con sus trabajos. Por ejemplo, puedes colgar objetos en un tendedero, clavar papeles en una pizarra de corcho o enmarcar objetos especiales que hagan sentirse orgulloso a tu hijo.

Si sigues estos consejos tus peques podrán comenzar con buen pie el nuevo curso escolar, disponiendo desde el principio de todo lo que necesitan para lograr el máximo rendimiento de su esfuerzo con un buen cuarto de estudio.