El verano y el invierno tienen algo en común: las temperaturas extremas. Es por ello que, durante estos meses estivales, las consecutivas olas de calor pueden afectar la integridad de nuestras plantas de interior. En esta época  los rayos inclementes del sol, el calor y hasta el aire acondicionado se convierten en un peligro para las plantas. ¡No dejes a tus verdes amiguitas desamparadas en esta época! Tenemos los mejores consejos y cuidados para tus plantas de interior para garantizar que permanezcan radiantes y felices. 

Elegir plantas atemporales para nuestro hogar es una opción muy acertada cuando llegan las épocas del año de mucho calor y mucho frío. Lo cierto es que la inmensa mayoría de las plantas de interior suelen provenir de entornos tropicales y, seguramente ello nos lleve a pensar que como son del trópico se sentirán a gusto en las altas temperaturas. Pero la realidad es que es todo lo contrario: estas plantas suelen desarrollarse en los sotobosques tropicales, es decir en la parte inferior del bosque, donde están protegidas de los rayos del sol directo, a la sombra y bien frescas.

En verano, los principales factores que se deben considerar, son la luz, la humedad del suelo y la ambiental, la temperatura, los fertilizantes y las plantas, entre otros.

 

¿Qué son las plantas atemporales?

Las plantas atemporales o perennes son aquellas que duran varios años. Dependiendo de la época del año se multiplican y florecen, o pueden perder parte de su follaje, pero nunca morirán. Existen innumerables especies y variedades de plantas perennes, cada una de las cuales corresponde a un uso específico, un clima, una exposición particular o la naturaleza de un suelo.

Otra opción para tu hogar que no responde al término de “plantas atemporales” son las artificiales. Tienen algunas ventajas innegables, como este carácter imperecedero y, sobre todo, que son más fáciles de mantener.

plantas atemporales

Cómo cuidar las plantas de interior en verano

Como la mayoría sabréis, y ya os hemos contado en alguna ocasión en este blog, tener plantas en casa es una forma muy efectiva de mantener una humedad constante. Está demostrado que las plantas evaporan el calor y refrescan tanto el interior como el exterior de la casa: cuanto más grande y verde mejor. Además, regalarlas de noche ayudará a refrescar el aire de casa.

Aprender a cuidarlas y mantenerlas es muy sencillo, y más si se trata de plantas atemporales. En internet podréis encontrar completas guías de cuidados dependiendo de la especie y en las tiendas especializadas os contarán todo lo que necesitéis saber al respecto. En Mr. House os damos los tips básicos con los que nunca fallareis:

  • Establecer unos horarios de riego en función de la temperatura y sequedad del ambiente y el tamaño de las macetas (las más pequeñas requerirán un riego diario).
  • Colocar las macetas lejos de las paredes, ya que éstas irradian calor cuando están expuestas a elevadas temperaturas al estar expuestas al exterior en pleno verano.
  • Podar lo más pronto posible las hojas y flores en mal estado, para que la planta no les destine parte de la humedad y de los nutrientes, y los desaproveche habiéndolos podido usar para las partes buenas.
  • Proteger a las plantas de la exposición directa a los rayos del sol que en verano son muy fuertes. Los rayos solares pueden provocar quemaduras y deteriorar las hojas, las flores u otras zonas de la planta. Lo conveniente es colocar las plantas de interior en lugares luminosos, pero que no reciban el sol de forma directa o bien cubrirlas con una tela de sombra que haga de filtro de la luz solar.

3 plantas atemporales y de interior

Realmente las plantas de interior no son ni más ni menos delicadas que las de exterior. En este sentido, va a depender del tipo de planta que tengamos y el ambiente del que disponemos en casa. Pero lo cierto es que hay algunas especies que, independientemente de la época del año, siempre lucirán verdes y con un aspecto sano.

Te hablamos de las 3 básicas:

Ficus

Estamos ante una de las plantas con más tirón dentro de casa. Al llenar de oxígeno tus estancias, reduce la temperatura, al mismo tiempo que elimina toxinas, proporcionando un aire más limpio. Como se trata de una especie tropical, les encanta el sol, aunque no directo, y disfrutan con un ambiente cálido. La clave para que crezca feliz, algunos pueden alcanzar los dos metros, está en el riego. Este debe ser moderado en invierno, basta con un día a la semana, y más frecuente en verano, dos días. Además, agradecerán que pulverices sus hojas con agua templada durante los meses más calurosos.

Sanseviera

La sanseviera o “lengua de suegra” es una de las más populares, ya que es tan fácil de mantener que sobrevive, incluso, si te olvidas de ella. Además, es una auténtica ‘tres en uno’, ya que produce gran cantidad de oxígeno por lo que refrescahumidifica y limpia el aire. Necesita poca cantidad de agua, evitando siempre que el sustrato se encharque, y no tiene problemas de adaptación, ya que se amolda a la temperatura del ambiente, sin hacer ruido ni causar problemas. Aunque le gusta la luz indirecta, sobrevive en ambientes con poca luz, baños incluidos.

Helecho

Al pensar en los helechos, siempre tendemos a pensar en bosques o ambientes húmedos y frescos y, en principio, es así. Los helechos actúan como un humidificador natural, absorbiendo el calor y purificando el aire. Eso sí, necesita agua (si es de lluvia o ha reposado 24 horas, mucho mejor) para lucir frondosos y potenciar al máximo sus virtudes, y un rincón a salvo de corrientes de aire y de temperaturas extremas, alejado tanto de los radiadores como de los aparatos de aire acondicionado.

 

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